Estudios desarrollados por diversas instituciones nacionales e internacionales expresan su preocupación por el impacto que tuvo la pandemia del covid-19 en el acceso a la educación, así como en la calidad y la evaluación de ésta.
A pesar de los esfuerzos por parte de gobiernos, instituciones educativas, profesores y padres de familia, se reporta un escaso seguimiento al aprendizaje de los alumnos y una falta de capacidad de los padres o tutores para transmitir los conocimientos, por lo que es muy probable que no todos los estudiantes hayan tenido la oportunidad de atender los temas incluidos en los programas educativos en su totalidad. Por ello, evaluar y monitorear el aprendizaje para obtener retroalimentación se ha vuelto indispensable para conocer el progreso educativo de los alumnos, con la finalidad de llevar a cabo acciones apropiadas para nivelarlo cuando sea necesario.
Los exámenes diagnósticos pueden ser utilizados para la evaluación de escuelas, niveles o sistemas educativos, regionales o nacionales. Justamente, este tipo de exámenes se diseñan para identificar si los alumnos presentan problemas de aprendizaje o si cumplen con ciertos niveles de logro educativo. En estos casos, el contenido del examen depende de lo que quiere ser medido o diagnosticado.
En el contexto actual es necesario que se considere toda la información que las evaluaciones proveen. Esto hace referencia no únicamente a la elaboración de nuevos exámenes diagnósticos diseñados especialmente para medir los efectos de la pandemia, sino también a la información que se podría recabar en las evaluaciones que comúnmente se llevan a cabo en cada país, en especial cuando la generación de nuevos exámenes diagnósticos sea una aproximación difícil de implementar. Esta información puede ser aprovechada para reforzar los programas de estudio en áreas en las que las generaciones pudieran tener alguna deficiencia derivada de las condiciones de aprendizaje durante la pandemia en nuestro país.
Asimismo, es importante considerar las condiciones personales y sociales de los individuos. Estos datos adicionales brindan información sobre el contexto de estudiantes y docentes, y pueden indicar deficiencias en el proceso de enseñanza aprendizaje. Destacan las investigaciones sobre las habilidades socioemocionales y el papel fundamental que tienen no sólo para el desempeño académico, sino que se pueden relacionar con el mejor uso de las TIC.
Para conocer más sobre el tema, le invitamos a leer el artículo “Evaluación educativa y los efectos de la pandemia por covid-19”, en el cuarto número de la revista Ceneval Investiga.