Una vez que se determinan las características de la evaluación en el perfil referencial de todos los exámenes que desarrolla el Ceneval, personal interno y expertos de contenido inician un trabajo colaborativo colegiado para llevar a cabo el segundo proceso llamado delimitación del objeto de medida. Juntos determinan el enfoque, la visión o el modelo que sustentará teórica, metodológica y técnicamente la conceptualización del constructo que se evaluará. Dicha conceptualización guiará la selección de una muestra suficiente y representativa del contenido del examen, la cual se hace de manera cuidadosa para garantizar que los contenidos de cada versión de examen sean relevantes, pertinentes, suficientes, vigentes y viables, que se consideren esenciales y que no sean redundantes. Lo anterior se plasma en el marco de sustento.
Los contenidos se organizan jerárquicamente en áreas, subáreas, temas y subtemas (estructura del examen); además, se determinan los niveles de complejidad cognitiva con los que se evaluarán tomando en cuenta las características de la población al que está dirigido cada uno de los exámenes, su propósito y el uso de sus resultados. Asimismo, se asigna el tipo y número de reactivos que lo integrarán.
Posteriormente, para cada reactivo y nivel cognitivo asignado, se define operacionalmente lo que el sustentante debe realizar para demostrar el dominio que posee del contenido que se está evaluando. En el Ceneval a esto se le conoce como especificaciones de los reactivos y con ellas se contribuye a la equidad de la evaluación, ya que permiten tener claridad al momento de elaborar los reactivos que conformarán las diferentes versiones y que estos evalúen el mismo contenido y nivel cognitivo, de tal forma que se asegure que dichas versiones son equivalentes.
Las especificaciones de los reactivos deben ser precisas y sin ambigüedades, ya que sirven de guía para quienes elaborarán los reactivos en el siguiente proceso.
El marco de sustento, la estructura del examen y las especificaciones de los reactivos constituyen la materia prima para la construcción del banco de reactivos, por lo que se torna relevante verificar la coherencia entre ellos mediante la validación del objeto de medida, a cargo de especialistas, primero de manera individual y luego colegiada hasta llegar a un consenso. También se hacen revisiones técnicas y de estilo a fin de que cumplan con los lineamientos institucionales. Esta validación es crucial e indispensable, por lo que se hacen las modificaciones necesarias a los productos hasta que se aprueben y solo así se puede continuar con la construcción del banco de reactivos.