La implementación de modelos híbridos de educación obliga a replantear tanto las formas de enseñar como los mecanismos de evaluación, en particular la evaluación de los docentes, afirmaron María Terán, Ivon González y Tania Parra, de la Facultad de Contaduría Pública y Administración de la Universidad Autónoma de Nuevo León, durante su ponencia presentada en el XIV foro de evaluación educativa del Ceneval.
Las especialistas se centraron en la evaluación que hace la comunidad estudiantil a los docentes y cómo esta mejora las condiciones de aprendizaje. Hicieron énfasis en que en la actualidad se requiere de un modelo de evaluación flexible y adaptable al aprendizaje en los nuevos contextos. Asimismo, realizaron una revisión de los modelos de educación sincrónica y asincrónica, donde juegan un papel importante el espacio, el tiempo, la socialización en el grupo, el sistema de evaluación, los recursos tecnológicos y la capacitación digital del docente. Las clases híbridas, señalaron, requieren un replanteamiento de estos aspectos, lo cual representa un reto, ya que demanda tanto identificar cuáles son las dificultades desde la percepción de los estudiantes como realizar una evaluación docente que incluya el desarrollo de sus clases participativas.
Las ponentes indicaron que los directivos deben trabajar en las medidas de evaluación considerando materiales y condiciones especiales. Al implementar un modelo híbrido, necesariamente se debe pensar en la tecnología, así como en la innovación de los recursos pedagógicos, de tal forma que aprendan tanto los que se encuentran en el aula como los que están a distancia. Además, ambos deben desarrollar competencias transversales claves para la vida, tener autonomía en el aprendizaje y en la gestión del tiempo.
Las ponentes presentaron los resultados de la evaluación docente que realizaron en una escuela de negocios. Dicha evaluación se llevó a cabo semestralmente y tomó en cuenta: a) la evaluación del desempeño, b) la capacitación, c) las tutorías y, d) las juntas de área. Reportaron una mejoría en el perfil del profesorado, ya que desarrollaron nuevas competencias, tales como ser facilitador de temas, guía pedagógica y promotor de la comunicación asertiva.
Por último, se indicó que para que las clases tengan éxito, estas deben estar fundamentadas en la tecnología. Los docentes deben ser conscientes de que las plataformas digitales permiten adecuar correctamente las clases híbridas y que los alumnos se adhieren a herramientas tecnológicas para lograr un mejor rendimiento, así como cumplir con sus tareas y actividades académicas. Por lo tanto, la evaluación del desempeño docente es una forma de retroalimentación para que los alumnos, a su vez, logren la autogestión.
Para conocer el texto completo, lo invitamos a leer el artículo “Análisis de los factores que inciden en la evaluación del desempeño docente de una escuela de negocios”, en el octavo número de la revista Ceneval Investiga.