Los exámenes con referente de calificación criterial se caracterizan por ubicar a cada sustentante en una categoría o nivel de logro o desempeño. En ocasiones, esto se encuentra asociado a consecuencias de alto impacto para los sustentantes. Así, por ejemplo, pertenecer o no a una categoría puede determinar si alguien aprueba un nivel educativo o ingresa a un posgrado. Los sistemas educativos deben tomar decisiones acerca de sus estudiantes y al hacer esto forman categorías. Las pruebas educativas son un medio posible para ayudar en esta toma de decisiones y, de hecho, han sido ampliamente utilizadas para ello. En consecuencia, una prueba con referente de calificación criterial debe ser un instrumento técnicamente sólido que permita fundamentar una decisión que categoriza a los estudiantes o sustentantes o ayude a que ésta se tome.
Supongamos que a partir de los resultados de una prueba hipotética compuesta por 100 reactivos se debe clasificar a los sustentantes en dos categorías o dos niveles de logro. Se requiere de una puntuación que separe a los examinados en esas dos categorías; técnicamente a esto se le conoce como el establecimiento de puntos de corte. Antes, hubo que tomar una serie de decisiones relacionadas con la cantidad de categorías con las que será posible clasificar a los sustentantes, así como a los nombres o las etiquetas con que se denominarán esas categorías. Asimismo, debe formularse una descripción o conceptualización de lo que significa que un sustentante quede ubicado en un nivel determinado.
Los expertos en medición se han abocado en fundamentar la asignación de los puntos de corte en tres principios básicos: a) debe existir una lógica y un procedimiento que fundamente la determinación de los puntos de corte; b) esta decisión tiene un carácter colegiado, lo que implica que un número diverso de especialistas en los temas y en la población a la que se examina lleva a cabo un procedimiento específico, y c) todo el proceso debe estar documentado de tal modo que pueda estar sujeto a revisión. En la literatura especializada se habla de dos tipos de métodos para determinar los puntos de corte: a) basados en la prueba y b) basados en los sustentantes. En el Ceneval se utilizan fundamentalmente métodos asociados a la revisión de reactivos, debido a que el nivel de exigencia en cualquier prueba debe estar directamente relacionado con las características de sus preguntas. Se trata del método de Angoff y el del marcador (Bookmark).
Debe reconocerse que es inevitable que las instituciones y los sistemas educativos tomen decisiones que categorizan a los sustentantes. Hacerlo mediante una prueba y toda la metodología que esto conlleva es una vía que se fundamenta y justifica, en el caso del establecimiento de los puntos de corte, siguiendo principios que abarcan grupos colegiados de expertos y su adecuada capacitación, la documentación del proceso y una racionalidad para determinar puntajes particulares. Todo lo anterior se garantiza al utilizar los métodos antes mencionados. Para conocer más sobre el tema, le invitamos a leer el artículo “Puntos de corte en las pruebas con referente de calificación criterial”, en el cuarto número de la revista Ceneval Investiga.
Debe reconocerse que es inevitable que las insti-tuciones y los sistemas educativos tomen decisiones que categorizan a los sustentantes. Hacerlo mediante una prueba y toda la metodología que esto conlleva es una vía que se fundamenta y justifica, en el caso del establecimiento de los puntos de corte, siguiendo principios que abarcan grupos colegiados de expertos y su adecuada capacitación, la documentación del proceso y una racionalidad para determinar puntajes particulares. Todo lo anterior se garantiza al utilizar los métodos antes mencionados. Para conocer más sobre el tema, le invitamos a leer el artículo “Puntos de corte en las pruebas con referente de calificación criterial”, en el cuarto número de la revista Ceneval Investiga.