A partir del 2022, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) incluyó en el examen PISA reactivos para evaluar el pensamiento creativo, al que conceptualiza como la competencia para involucrarse productivamente a) en la generación de ideas diversas, b) en la generación de ideas creativas y c) en la evaluación y mejora de las ideas, lo cual puede dar lugar a soluciones originales y efectivas, avances en el conocimiento y expresiones relevantes de la imaginación. Lo que propone es evaluar el pensamiento creativo por medio de respuestas construidas que permitan solucionar problemas científicos o sociales, elaborar textos creativos o artefactos visuales. Estos se valoran en relación con a) si son apropiados y lo suficientemente diferentes (generación de ideas), b) si abordan temas originales y c) si se elaboraron de manera única (generación de ideas creativas y evaluación y mejora de las ideas).
Asimismo, la OCDE concibe este tipo de pensamiento como potenciador de otras habilidades, por lo que considera un reto aterrizarlo en acciones concretas en el salón de clases y en la promoción de políticas públicas. Debido a lo anterior, organizó un seminario en el que participaron especialistas que brindaron un panorama sobre la evaluación de esta habilidad y su importancia en el aula. Mencionaron los esfuerzos que han hecho en Australia, Canadá y Colombia. Incluso se describe el trabajo que realiza el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES), en el que propone evaluar la creatividad de los estudiantes por medio de videojuegos y cómo se puede enseñar en el aula.
Se afirma que se deben modificar los objetivos de aprendizaje e involucrar a todos los actores educativos, así como facilitar un ambiente propicio para integrar esta forma de pensamiento en la práctica cotidiana. Sin embargo, ello implica enfrentarse a diferentes retos, tales como la evaluación objetiva, pero al mismo tiempo adecuada, y cómo se puede demostrar la creatividad en situaciones reales.
A manera de conclusión, en este seminario se recomienda que el pensamiento creativo forme parte de los programas educativos, que su evaluación sea confiable y válida, y que las inferencias que se obtengan a partir de lo anterior permitan fomentarlo y mejorarlo desde el sistema educativo.
Para conocer el texto completo lo invitamos a leer el artículo “Seminario web de la OCDE. Evaluar el pensamiento creativo: ¿Qué, por qué y cómo?”, en el séptimo número de la revista Ceneval Investiga.